Sensores de movimiento, un valor añadido a nuestra instalación.

Dentro de una instalación domótica, uno de los elementos que aumentan la calidad de una instalación son lo sensores de movimiento. Además de ser normalmente requeridos por los usuarios finales, ya que son una forma de mostrar que disponen de una “vivienda inteligente”, son unos elementos que con una buena programación pueden maximizar la funcionalidad de nuestra instalación.

image-mini-2-250x250

Normalmente se concibe la instalación de los sensores en zonas de paso, tales como pasillos, recibidores, vestidores,… pero a mí me gusta apostar por un mayor número de sensores en tantas dependencias como sea posible, ya que suelen tener un coste moderado y sin embargo es mucho lo que pueden ofrecer.

Los sensores de movimiento están normalmente relacionados con el control de la iluminación, aquí podemos tener diferentes escenarios:

  • Funcionamiento durante el día. En aquellas habitaciones que no dispongan de iluminación natural, durante el día los sensores comandarán la iluminación a un nivel alto, p.e. 100%
  • Funcionamiento durante la noche. Si programamos un modo “Sleeping/durmiendo” mediante un botón de algún teclado (por ejemplo que apague las luces de la casa, corte el A/A, cierre las cortinas, y ponga la casa en modo “Sleeping”) podemos hacer que esas luces que antes se encendían al 100% ahora se enciendan al 20%, así al ir al baño durante la noche no quedamos cegados por la luz, evitando el desvelarnos.
  • Olvidar luces encendidas. En algunas habitaciones podemos hacer una programación para que si después de X tiempo (mucho mayor al del retardo del sensor) después de haber encendido la luz desde un teclado (entendemos aquí que bloqueamos el sensor para que no nos apague la luz después del retardo de espera del sensor) sin detectar movimiento el sistema entienda que ya no hay nadie en la habitación y apague la luz (desbloqueando de nuevo el sensor).
  • Podemos añadir condiciones de luminosidad en la habitación donde se encuentra el sensor, en muchos casos esto ya es un parámetro del mismo sensor, con lo cual encendemos las luces sólo cuando realmente haga falta, y no durante todo el día.

Pero podemos sacar mucho más partido a nuestros sensores,

  • Control de zonas de música. Por ejemplo en un baño, el sistema música multiroom se pondrá en marcha cada vez que entremos durante el día, pero no durante la noche si estamos en el mencionado modo “Sleeping”, y se detendrá pasado x tiempo después de no detectar movimiento en la habitación. La luces se encenderán, o no, dependiendo del nivel de luminosidad en la habitación.
  • Control de presencia tipo Tienda. En el caso de instalaciones comerciales puede resultar interesante añadir al sensor de la entrada al establecimiento de la funcionalidad timbre, es decir, que algún dispositivo de nuestra instalación genere un zumbido o señal sonora cuando este detector se active.
  • Podemos hacer una simulación de un sistema de seguridad, de forma que si tenemos una escena para salir de casa “Away” que apagará luces, cerrará persianas, apagará TVs, apagará la música multiroom, actuará sobre la climatización,… también podremos condicionar al sistema para que mientras no se vuelva a pulsar otro botón, los sensores de movimiento reporten los eventos en modo email a la dirección de correo electrónico programada como aviso de que se está detectando movimiento mientras la casa está en modo Away.

Como veréis vamos añadiendo funcionalidades y al mismo tiempo complicando la programación y parametrización, por lo que es indispensable disponer de las herramientas y conocimientos adecuados, de lo contrario, nada de lo mencionado anteriormente funcionará como se supone debe funcionar. Aquí intervienen condiciones lógicas, variables, temporizaciones,… En mi opinión, el grado de programación o la funcionalidad requerida por nuestro cliente, será uno de los primeros condicionantes del tipo de sistema a elegir (p.e. sistemas propietarios vs KNX), pero esto sin duda será un tema a tratar más adelante en otro apartado.

Con todo esto damos un gran valor a nuestra instalación, mostrando así el verdadero poder de la automatización en el hogar. Si además de todo esto elegimos un buen sensor con una buena estética (en mi opinión cuanto más pequeños y discretos mejor, ya que suele ser un elemento odiado por decoradores y diseñadores de interior) y lo instalamos en los lugares, donde sin dejar de cubrir el área que nos interesa, estén lo más escondidos posible, ganaremos enteros como buenos integradores e instaladores.

Pedro Mera


Deja un comentario